Extraído del libro Plutón. Puigros. Editorial Arbor. Barcelona, España. 1985. Pág. 138 y siguientes.
El paso de Plutón en aspecto con Júpiter, el gran benéfico, difícilmente puede ser muy malo y sí en cambio extraordinariamente útil y afortunado. La persona experimenta una sensación de optimismo, vitalidad, positivismo y esperanza y este estado de ánimo propicia el éxito en cualquier empresa que uno se proponga.
Júpiter tiene relación con la fe y el espíritu y durante este tránsito los ideales son más elevados que de ordinario. Uno se siente atraído por los grandes sistemas de pensamiento que intentan explicar la sociedad o el universo como un todo. Uno tiende a compartir las ideas que le han sido útiles, que han ampliado su visión, y es fácil en este período que se erija en profesor, en maestro. Cuanto más divulga los conocimientos e intuiciones a las que ha llegado, más y más profundos éstos se vuelven. Júpiter rige tanto la enseñanza como el estudio y éste se convierte en un placer y en una pasión, especialmente el estudio de las distintas filosofías relacionadas con lo universal. Plutón el planeta de la regeneración, induce también al estudio de cualquier forma de curación, especialmente las poco "ortodoxas", desde la curación por la fe, hasta el más alambicado sistema de fórmulas alquímicas, sin olvidar la faceta drásticas de Plutón, que prefiere la preventiva amputación, si la estima necesaria.
Generosidad, integridad personal y honorabilidad, que durante este tránsito pueden ser reconocidas por los demás en forma de premios, títulos y honores. Una parcela de gloria que se puede conseguir, pero que no debiera ser el principal motivo de actuación, de lo contrario se manifiesta el lado negativo de Plutón y éste se vuelve en contra de uno mismo. La clásica expansividad de Júpiter, acrecentada por la presión interna de Plutón tiende a excederse a sí misma. Desmesura y falta de control, deseo de ser importante, social y económicamente, de amasar poder, de organizar y controlar todo y, en algunos casos, de explotar a los demás bajo una fachada de honorabilidad. Delirios de grandeza, de omnipotencia, arrogancia y autosuficiencia. Inclinaciones mesiánicas, crisis, pérdida de reputación, gastos excesivos, y en general, excesos de todas clases.
El exceso de autoconfianza puede traducirse en la actitud del que cree que posee la verdad, en el sentido de que las propias ideas o lo que uno hace son más importantes que los actos de los demás. O a verse envuelto en alguna secta o grupo de los que no aceptan alternativas a su dogma. Esta actitud puede acarrear problemas con la legalidad. El secreto está en mantener el sentido de la proporción. Elucidar la justa medida, comporta durante este tránsito comprensión y sabiduría.
Nota del Editor:
Si bien el autor se refiere al tránsito de Plutón sobre Júpiter natal, creímos interesante la reflexión debido a la conjunción que se realizará en el cielo en diciembre 2007.